Visitas sorpresa...

Esta tarde, cuando he salido de clase, he recibido una llamada. Era mi madre, diciéndome que tendríamos visita para cenar. Me ha alegrado muchísimo saber que la visita era Clara, una gran amiga con la que antes compartía muchas horas de curro, y ahora, las pocas que tenemos libres.

Hemos pedido comida china, hemos bebido, hemos reído... y a las once la he traído a su casa. Cómo echo de menos las horas que pasábamos juntas, en el despacho, con el resto de compañeros, compartiendo curro, risas, confidencias, viajes, cenas...

Por suerte, este viernes hay cena... y esta vez, con todos... como en los viejos tiempos... como siempre...