sábado, 13 de diciembre de 2008

Gran Viernes...

Por fin llegó el fin de semana, por fin se acabaron los exámenes, y tocaba celebrarlo por lo grande, con conciertazo de Sidecars incluido.
A David y a mí nos apetecía ver a Los Reservas, que tocaban un poco antes que Sidecars, así que a las 22.00 nos presentamos en la puerta de la sala Sidecar. Saqué las entradas del bolso, y se las enseñé al portero, y me dice: “DNI por favor”. Me indigno un poco, pero lo saco, y David, que estaba detrás de mí, sacó su cartera para sacar su DNI, a lo que el portero le contesta: “No hace falta, sólo ella”. ¿¡¿¡¿¡Cómo que sólo ella!?!?!?! ¿En serio a mis 24 años aún me piden el DNI? Sé que tengo cara de niña, ¿pero tanto como para seguir aparentando ser menor de edad?
Después de mi indignación bajamos a la sala donde hacían el concierto. Salieron Los Reservas. Había escuchado alguna canción suya, y no me habían acabado de convencer, pero en directo ganan muchísimo. Le dieron a sus canciones ese toque roquero que a mí me faltó al escucharlos por primera vez. En la última canción contaron con la colaboración de Carlos Cros, a quien descubrí en el concierto de Sidonie, y que os recomiendo escuchéis, porque tiene una voz increíble.
Sobre las 23:30 salieron al escenario Sidecars. Increíble el concierto, su energía, sus canciones… Es verdad que tienen cierto aire a Pereza, por su voz, sus melodías, pero sólo hace falta escuchar con un poco de atención para apreciar los matices que los diferencian.
A las doce en punto, y demostrando lo buenas grupis que eran las de la primera fila, empezaron a cantarle el cumpleaños feliz a Juancho, el cantante. El pobre se quedó descolocado, supongo que no se lo esperaba, pero después de agradecerlo y pedir de regalo un cubata al tío de la barra, siguió con el concierto. Carlos Cros y el cantante de Los Reservas salieron al escenario para cantar un par de canciones con ellos.
Finaliza el concierto, y nos quedamos allí tomando unas cervezas, y de repente vemos entrar a Toni Soler, seguido de todos los actores de Polònia y Crackovia. Podríamos habernos quedado allí cotilleando un poco, pero había demasiada gente, así que nos fuimos del Sidecar.
Pero allí no acabó la noche. Siguió con Irma, más cervezas, más canciones, y muchas risas.
En fin, una noche para recordar.

1 comentario:

David dijo...

Hola guapa! Pues la verdad es que tienes razón... fué una gran noche! Tendremos que repetirlo más a menudo. Eso si... tú con tu look de rockerilla seguirás pareciendo pequeñaja, así que traete el DNI por si acaso. jajajaja

P.D. La próxima vez te grabaré cantando Musculman! y lo podrá ver todo el mundo.

Un besoooo!