sábado, 6 de septiembre de 2008

Atajos

De pequeña me encantaban los atajos, descubrir nuevos caminos que hicieran que el trayecto fuese más corto, y así llegar antes a mi destino.

Pero con el paso de los años, cada vez me gusta menos coger atajos, porque aunque llegas antes al final, te pierdes lo precioso que puede llegar a ser a veces el camino, dejas de ver el paisaje, lo que te rodea… no disfrutas del camino.

Y esto tiene validez para cualquier aspecto de la vida. A veces el camino es duro, y a muchos nos gustaría coger algún atajo, pero otras vale la pena ir poco a poco, disfrutando de las vistas, de la gente que te acompaña, de lo que aprendes durante el trayecto…

Y eso es lo que he estado haciendo yo este verano. Seguir mi camino, poco a poco pero sin pausa, sin buscar atajos, sin pensar en el futuro, ni en el pasado, sólo en el presente, en lo que debo hacer hoy, en lo que quiero hacer hoy…

Cuando llega septiembre es como empezar un nuevo año, porque después de las vacaciones toca volver a la rutina, pero siempre pensando en el verano siguiente. Este año no pienso pensar en qué haré dentro de un año, ni siquiera en qué haré estas navidades, ni en mi cumpleaños… iré paso a paso, disfrutando del camino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojala todos hicieran lo mismo