El tiempo...

Es tan relativo… No entraré en cuestiones filosóficas complicadas, puesto que podría llenar un blog entero hablando del tema. Pero sí que últimamente he pensado un poco en el tiempo.

Hay veces en que una hora se nos puede hacer eterna, y otras, en que el mismo tiempo se desvanece delante nuestro, como si sólo hubiese pasado un minuto. Pero para mi, lo importante no es cuánto dura una hora, si no lo que queremos hacer con ella, y sobretodo, con quien la queremos compartir.

Nunca me he creído las excusas del tipo “no tengo tiempo”, o “he estado muy ocupado”… Siempre hay tiempo si te organizas bien, pero sobretodo, siempre hay tiempo si quieres tenerlo. Siempre hay 15 minutos para tomar un café, o 5 minutos para hacer una llamada, o media hora para hacer una visita… sólo depende de las prioridades que tenga cada uno. Es decir, cuando alguien te dice que no tiene tiempo, lo que realmente quiere decirte es que no tiene tiempo para ti, que hay cosas más importantes. Pero por muy duro que parezca dicho así, ¿quién no ha usado nunca esa excusa?

Es cierto que no siempre tenemos tiempo para hacer todo aquello que queremos, pero cuando eso ocurre, sólo podemos culparnos a nosotros, ya que hemos sido los que hemos decidido hacer unas cosas antes que otras.

La única pregunta es: ¿cómo y con quién quieres pasar tú tus horas?