Fin de Semana en Madrid

El viernes por la noche, después de una semana de exámenes, muchos trabajos, y algo de estrés, cogí un avión que me llevó a Madrid.

Mi compañero de viaje, y gran amigo, se durmió todo el vuelo, con lo que me entretuve escuchando la conversación de las tres chicas de la fila de atrás (ya lo sé, soy un poco cotilla…). Llegamos a Barajas y cogimos el metro hasta su casa, dejamos las maletas, y nos fuimos directos al centro a tomar unas cervezas.

El sábado hizo un día precioso, nos fuimos a pasar la mañana al Retiro. Luego fuimos a Fuencarral, a pasear por las tiendas e intentar no sucumbir a la tentación de comprártelo todo! Después nos pasamos por el bar de Juan, y miramos qué conciertos había por la zona. Nos fuimos a uno en la sala Costello, de un grupo llamado “La Huella”, que no estaban nada mal. Y después del concierto nos fuimos al Siroco, donde yo me empeñé en que tenía que encontrarme a los de Pereza, pero claro, eso no sucedió!

El domingo llovió prácticamente todo el día, pero aun y así nos quedaban muchas cosas por ver. Nos fuimos al Rastro, nos compramos unas gafas de sol, y un sombrero. Luego quedamos con su compañero de piso, nos fuimos a comer, y a las siete, al musical de Mecano. He de reconocer que me encantó!!

Mi viaje acabó el lunes por la mañana, cuando volví a hacer el mismo recorrido en metro para llegar al aeropuerto, donde el vuelo se retrasó una hora, pero finalmente llegué a tiempo a Barcelona para hacer todas las cosas que tenía pendientes.

Como anécdotas del viaje decir que me pasé el fin de semana bebiendo cerveza, comiendo y fumando… También que me coincidí con Tristán Ulloa en el vuelo de ida, y en el de vuelta!! Que los metros de Madrid van por el lado contrario a los de Barcelona, que me encanta eso de que te pongan una tapa con cada cerveza y que el aeropuerto de Madrid es enorme (casi me pierdo!).

Y a ti darte las gracias por este fin de semana tan increíble en Madrid, y por demostrarme que aunque las cosas cambien, algunas son inalterables.